martes, 21 de febrero de 2012

EL SUEÑO DE UN SEGUNDO

Los silencios del reloj
iban susurrando un nombre
que yo nunca descifré,
que desfilaba de noche.
El tic-tac acompasado
que iba cubriendo los días
no se quería acordar
de aquel sueño que tenía.
Porque al pararse la aurora
en el centro de mi ser
no quise continuar
ni fui capaz de volver.
Y el atardecer de estrellas
que adornaban aquel cielo
dijo que no volvería
mientras soñemos despiertos.
Y el reloj continuaba
intercalando su ruido
con los silencios mortales
que me había prometido.
Mientras el día transcurre
con su suave amanecer
que, sin quererlo, se irá
y pensará en el ayer.
Y aquel nombre continúa
ocultándose en silencio
tras la aguja de un reloj
que sólo espera el destierro.
Cuando el segundero marque
una ilusión creíble,
hará que siga despierta
soñando con lo imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario