La historia de nuestras vidas
no tiene principio o fin,
no sabes cómo termina,
sólo empieza desde aquí.
No hemos podido contar
cuál ha sido nuestro prólogo,
no hemos sabido rezar
más que si fuéramos otros.
La historia de dos amores
tiene páginas en blanco,
la vida de corazones
que naufragan en los barcos.
La tinta no llegará
a escribir terminación,
no tendremos un final
para un solo corazón.
Será epílogo de un libro
que tal vez escriba yo,
un libro que emane frío,
un libro que no existió.