jueves, 30 de junio de 2011

ATARDECER

El sol quemaba tu cara
y en tus ojos el reflejo
de unos sueños conseguidos
se veía desde lejos.
Las olas te salpicaban
humedeciendo tu ropa
al otear el horizonte
recostada en unas rocas.
Y se apagaba ese día
con un sol anaranjado
y pensaste que hay deseos
que a veces no son lejanos.
Y a lo lejos otro barco
se acercaba hasta la orilla
y quisiste en un instante
compartir toda tu vida,
querías que conociera
todo el mundo tu sentir,
querías que se supiera
que te sentías feliz.
Seguías soñando sola,
seguías mirando el cielo,
seguías llorando alegre
desde el mundo de los sueños.
Y el sol ya se había puesto
sobre el lejano horizonte
dejando una estela roja
detrás de todos los montes.
Y tú seguías viviendo
con la mirada perdida
absorta en tus pensamientos
mirabas toda tu vida.
Y remaba lentamente
un bote en la bajamar
y conociste de pronto
toda la felicidad,
y miraste el cielo oscuro
y a una estrella que pasaba
le suplicaste de pronto
te dejara como estabas.

jueves, 9 de junio de 2011

VIVENCIAS

Si tuviera que elegir
los momentos de mi vida
con los que yo me quedase
para volver a vivirla,
sin dudarlo ni un instante,
sabiendo lo que he vivido,
elegiría enseguida
los que he pasado contigo.
Pues los minutos que vivo
cuando no estás a mi lado
son lagunas en mis sueños.
pesadillas del pasado.
Por eso si me pregunto
qué ha sido mi mayor suerte,
de todo lo que he vivido
sé que ha sido el conocerte.

viernes, 3 de junio de 2011

SOMBRAS

Las sombras se interponían
entre aquellos sentimientos,
delante de las sonrisas,
detrás de los sufrimientos.
Las sombras nos recordaban
que el tiempo también se acaba,
que las horas se consumen,
que los sueños no duraban.
Aquellas oscuras sombras
que siempre están al acecho,
que conviven con nosotros,
que nos duermen en el lecho;
llegaron en el momento
en que todo era posible,
en aquel preciso instante
de los sueños increíbles.
¿Por qué hay que buscar excusas?
¿Por qué hemos de explicarnos?
¿Hemos de justificar
todos los pasos que damos?
Ya no existen esas sombras,
ya no aparece el dolor
y, sin embargo, aquí estamos,
cada uno en su razón.
Todo se acabó por fin
todo tocó su final,
pero quizás algún día
nos volvamos a encontrar.
Tuvimos que despedirnos,
partirnos el corazón,
por culpa de turbias sombras
sólo nos quedó rencor.
Y las sombras de la noche
traen aún aquel recuerdo,
y un lágrima resbala
al mirarnos al espejo.
La soledad se construye
su morada en mi hogar
y destruye, poco a poco,
toda mi felicidad.
¿Por qué hay que buscar excusas?
¿Por qué hemos de explicarnos?
¿Hemos de justificar
todos los pasos que damos?
Ya no existen esas sombras,
ya no aparece el dolor
y, sin embargo, aquí estamos,
cada uno en su razón.
Sólo espero que algún día
volvamos a ver el sol
cada uno junto al otro
compartiendo un solo amor.