lunes, 26 de diciembre de 2011

ESPÉRAME


Espérame a la salida,
a la salida del sol,
cuando el agua de la fuente
emane suave color.
Y miraremos atrás
y veremos el pasado
y sabremos con certeza
que no está todo acabado.
Pensaremos en el cielo,
en una estrella fugaz
que nuestros deseos íntimos
tal vez nos concederá.

Espérame a la salida,
cuando ya se marche el tren,
cuando ningún pasajero
quede en el vacío andén.
Y por los sucios raíles
la niebla se arrastrará,
y aquellos viejos deseos
otra vez regresarán.
Y cuando llegue otro tren
bajarán otros viajeros
que nos quitarán espacio,
que nos impedirán vernos.

Espérame a la salida,
en aquella gris laguna
donde no cantan las aves
porque no queda ninguna.
Y llevaremos al agua
color azul transparente,
donde estando reflejados
podamos vernos de frente.
Y se volverá a cantar
aquella triste canción
que en una tarde de otoño
nos aprendimos tú y yo.

Espérame a la salida,
cuando el tiempo ya no corra
cuando no lleguemos tarde,
cuando no tengamos hora.
Y nos podremos tocar
sin tener que preocuparnos
de que pasen los segundos
para luego separarnos.
Y todos aquellos sueños
que en un viejo escaparate
estuvimos contemplando
serán nuestra viva imagen.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LAS MISMAS

Los susurros de la brisa
soplaron nuestros oídos,
y oíamos en el viento
los más hermosos sonidos.
Las miradas de los bosques
que no hemos penetrado
guiñaban sus claros ojos
a nuestro cielo dorado.
Los sueños de nuestras noches
que quizá nunca soñamos
nos despiertan cada día
en mañanas de verano.

Pero todo sigue igual,
seguimos siendo las mismas
que una mañana de otoño
vivimos sin darnos prisa.

Las estrellas de los cielos
que observábamos de noche
han cambiado de lugar
sin escuchar los reproches.
Las mariposas del campo
han mutado su color,
han inundado la orilla
del mar de tu corazón.
El río de los vaivenes
de tu azul meditación
ha corregido su rumbo
sin oír tu oración.

Pero todo sigue igual,
seguimos siendo las mismas
que en el soleado jardín
querían coger la brisa.

Las canciones de las aves
que piaban en el árbol
han emigrado hacia el sur,
se fueron con el verano.
Los caminos de los montes
que subían hasta el cielo
se han quedado convertidos
en blancos, puros, espectros.
La sonrisa del payaso
que nos alegró aquel año
se fue para no volver
sin temor a hacernos daño.

Pero todo sigue igual,
seguimos siendo las mismas,
las que juntas caminaban
bajo la lluvia amarilla.

lunes, 19 de diciembre de 2011

SOÑANDO

Mirando en silencio el cielo
cayó sobre mí la luz
de repente, sin pensarlo,
creyendo que estabas tú
a mi lado, entre mis brazos,
acariciando mi espalda,
llenando de amor mi cuerpo,
cubriendo de besos mi alma.
Soñando despierta un día
te vi en mi cama sentado
sonriendo levemente,
mirándome de soslayo;
a mi lado respirabas
sudando gotas muy frías
y yo podía tocarte
y tus ojos sonreían.
Sentada en el mar, la espuma
me devolvía tu imagen
callada, serena, esquiva
rompiendo en el oleaje,
y aquellas gotas de sal
rememoraban tus ojos
que graciosos y en silencio
me cubrían de sonrojos.
Soñando al anochecer
te vi por siempre a mi lado
acariciando mi pelo,
derritiéndome en tus brazos;
y con la aurora llegaba
el calor de un nuevo día,
y yo seguía soñando
que tú aún me querías.

martes, 13 de diciembre de 2011

EN LA BATALLA

Cañones suenan sin eco,
pistolas que se disparan,
y mientras pasa el tiempo
mi alma se me desgarra.

Estoy al frente del frente
en esta hermosa batalla,
en que soy un simple ente
dormida tras la muralla.

Las bengalas me recuerdan
que estoy en serio peligro,
y los fuegos me condenan
a soñar siempre contigo.

Nunca lograré escapar
de aqueste torbellino
sólo me queda esperar
a que regreses conmigo.

Mucho miedo, tengo miedo,
de que no te vuelva a ver,
de que oscurezca este cielo
sin conseguir tu querer.

Caeré con la frente alta
y roto el corazón
si en tan funesta batalla
muriera yo por tu amor

miércoles, 7 de diciembre de 2011

MONTAÑA RUSA

Sueño contigo de noche
y te imagino de día,
queriendo que formes parte
de mi caótica vida.

Porque voy de un lado a otro
viajando en montaña rusa,
como vuela, en su escoba
sin tener rumbo, una bruja.

Acompaña mi camino
regalándome canciones,
robándome algún beso,
provocándome emociones.

Si me arropas en mis sueños
prometo soñar contigo.
si el frío cala tus huesos
prometo hacerte de abrigo.

Haz más fácil mi camino
y quitaré las espinas,
y evitaré que tropieces
en las piedras de la vida.

domingo, 4 de diciembre de 2011

HORIZONTES

Los estrechos horizontes
de la inhóspita grandeza
que guardaban en sus tumbas
todo signos de impotencia,
escuchaban, en silencio,
el silencio de la noche
que cae, sobre sus cabezas,
buscando dónde se esconden.

Los paraísos perdidos
que soñaban en sus sueños,
cuando vivían sin trampas,
cuando soñaban despiertos.

Cuando el viento se embravece
ondeando en las colinas,
cuando el cielo se oscurece
olvidando claros días,
aparece el dibujado
perfil oculto del alma
que te da cuanto te ofrece,
que del pecho no se arranca
por recogerte en el fondo
de tu inmensa amargura,
al caer en tu regazo
las más blancas rosas puras.

Al aparecer la espera
en el sendero más recto
se pierde todo resquicio
del reflejo en los espejos;
pues se oscurece la vida
cayendo sobre las sombras
los temores de la noche
que de día no se asoman.

El amanecer tranquilo
se fue junto con su sol
al caer en el olvido
el más tierno corazón,
cuando recoges las flores
que están más tiernas en mayo,
cuando andas, distraído,
de la mano de tu hermano,
continúa el horizonte
al fondo del hondo espacio
esperando que el olvido
se arrincone en su regazo.

Recuerda al fondo los pasos
de quien camina sin nada,
de quien escucha a las flores,
de quien espera al mañana
por desiertos de corales
de muy vistosos colores,
por veredas que rodean
los verdes prados de olores;
por quien ruge la montaña
clamando al oscuro cielo,
por quien despierta la rosa
del letargo de su sueño.

La sirena está dormida
enredada entre las algas
que la mar lleva a su vera
por convertirlas en alas.
Las princesa de la noche
sonriendo está muy lejos,
la que cabalga sin rumbo,
la de cobrizos cabellos;
sobre su gran corcel negro
de suaves, rebeldes, crines
se marcha hacia el horizonte
escondiendo así su crimen
cometido por pasión
sin pensar en el futuro,
sin importarle, a penas,
que opinaría su mundo.

Se apreciaba un arcoíris
en la nubes escondido
que no quería salir,
que prefería el olvido,
pues no quería vivir
la realidad de la vida,
preferías estar parado
mirándonos desde arriba,
escuchando con orgullo
lo que pasa tras los montes,
queriendo estar, solamente,
contemplando el horizonte.

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL BOSQUE

Las figuras que en aire
iban siendo reflejadas
en la noche más inmensa
sobre cristalinas aguas,
sólo traían recuerdos
de un lugar lleno de calma,
donde la noche no existe,
donde la tierra se acaba.

El lugar donde los sueños
trazan su clara vereda,
de donde no puedes irte
mientras la brisa te envuelva.
Donde tan altas montañas
no podrías escalar,
y si llegas a lo alto
nunca podrías bajar.

Y la selva descubierta,
aunque virgen todavía,
nunca sabremos si alguien
la atravesará algún día.
Es allí, donde la suerte
no está nunca de tu lado,
que se esconde cuando llegas
si es que puedes soportarlo.

Y en cuanto haces tu entrada
todo tienes que olvidar,
y en salir del viejo bosque
sólo tienes que pensar.
Mas sobre los altos árboles,
tras la copa de los pinos,
divisarás una luz,
reflejo de tu destino.

Pero por más que lo intentes
ya no podrás escapar
de aquella selva que el hombre
ha querido atravesar,
ya que de tus propios sueños
no te puedes esconder
porque ellos te encontrarán
para obligarte a volver.

Además no hay otro sitio
que desprenda más calor
que esta Tierra de Pasiones,
que la Tierra del Amor.