lunes, 30 de mayo de 2011

EL VIAJE

Llegaste así, muy despacio,
llegaste así, sin llamar,
y fuiste muy poco a poco
ocupando tu lugar.
Llegaste así, de repente,
llegaste así, a mi lado,
ubicándote en mi vida
de un modo inesperado.
Te uniste a mi camino,
tramo a tramo, trecho a trecho
haciéndome coger fueras
cuando llegaba un repecho.
Me enseñaste los secretos
para ir soltando lastre,
para evitar que el camino
supusiese un gran desgaste.
Llamaste un día a mi puerta,
y te quedaste conmigo
y me ofreciste apoyarme
en el bastón del amigo
para hacer más llevadera
la distancia a transitar,
marcando el rumbo sin tregua,
haciéndome levantar
si desfallecía en medio
de la noche, en mi camino,
ofreciéndome refugio
para abrigarme contigo.
Llegaste así y te adueñaste
de un cachito de mi vida,
sin permiso, sin preguntas,
me curase las heridas.
Llegaste así y me ayudaste
a saber sobrevivir,
sin ni siquiera saberlo
me enseñaste a reír.
Llegaste y me acompañaste
día a día en este viaje,
haciendo más llevadero
el peso de mi equipaje.
Pero en los trayectos largos
los caminos se separan,
transitando en soledad
el alba de la mañana.
Y llegado el fin del viaje
con distintos recorridos,
cada paso hacia delante
me recordará al amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario