lunes, 19 de diciembre de 2011

SOÑANDO

Mirando en silencio el cielo
cayó sobre mí la luz
de repente, sin pensarlo,
creyendo que estabas tú
a mi lado, entre mis brazos,
acariciando mi espalda,
llenando de amor mi cuerpo,
cubriendo de besos mi alma.
Soñando despierta un día
te vi en mi cama sentado
sonriendo levemente,
mirándome de soslayo;
a mi lado respirabas
sudando gotas muy frías
y yo podía tocarte
y tus ojos sonreían.
Sentada en el mar, la espuma
me devolvía tu imagen
callada, serena, esquiva
rompiendo en el oleaje,
y aquellas gotas de sal
rememoraban tus ojos
que graciosos y en silencio
me cubrían de sonrojos.
Soñando al anochecer
te vi por siempre a mi lado
acariciando mi pelo,
derritiéndome en tus brazos;
y con la aurora llegaba
el calor de un nuevo día,
y yo seguía soñando
que tú aún me querías.

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