miércoles, 13 de julio de 2011

EN MI PECHO

Cuando todas tus palabras
rompieron nuestro silencio
y chocaron con dureza
contra mi inventado cielo,
sentí que se derrumbaban
de golpe mis ilusiones,
que los sueños se perdían,
que ya no había razones;
creí perder la esperanza,
pensé desertar del mundo
que tanto tú como yo
soñamos con vivir juntos;
cuando fuimos pronunciando
cada uno las palabras
yo entablé terrible lucha
con el miedo como espada.
Y en mi pecho reposaba,
como una pluma celeste,
la esperanza de un perdón
que ardía incandescente.
Y cuando las tristes lágrimas
brotaron de aquestos ojos,
me llenaron de amargura
al resbalar por mi rostro,
solo quería que tú
sin miedo me las secaras
y entendieras con mi gesto
qué era lo que me pasaba;
quería sentir tu brazo
alrededor de mis hombros,
intentando reparar
lo que yo ya había roto;
quería sentir ternura,
quería que tú supieras
que se me hundía la vida;
quería que me quisieras.
Y en mi pecho me latía
incesante el corazón
temiendo que en un momento
tú me dijeras adiós.
Cuando no supe callar
y sólo supe hacer daño,
cuando quise convertir
en verdad todo el engaño,
se había pasado el tiempo
de volver la vista atrás
y con dolor esa lucha
tuve que continuar.
Y así quise demostrar
sólo quién era más fuerte
olvidando por completo
que yo sólo sé quererte.
Y yo casi a punto estuve
de olvidar tus sentimientos,
de olvidar que en mi vida
sólo tú eres lo primero.
Y en mi pecho se juntaban
la impotencia y ese miedo
de perderte para siempre,
de perder lo que más quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario